Dos destacadas dirigentes socialistas, Leire Pajín y Elena Valenciano, acaban de volver de Cuba sin haberse dignado a entrevistarse con ningún colectivo de disidentes, pese a que éstos lo habían pedido y pese a que su visita coincidió con nuevas detenciones denunciadas por el colectivo « Damas de blanco ».
Ambas han optado por lo más cómodo: conocer solamente la opinión de los dirigentes del régimen cubano -con Raúl Castro a la cabeza-, del Partido comunista y de la Iglesia católica.
El objetivo declarado del viaje era conocer los avances que supuestamente se están produciendo en la isla, pero parece imposible hacer eso ignorando y despreciando a aquellos que sufren la represión ejercida por la dictadura cubana.
Por desgracia, ni cambia el régimen ni cambia el servilismo de los dirigentes socialistas españoles respecto a él.
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